Programación Actividad Alfombras Florales

EL PARLAMENTO DE CATALUÑA DA APOYO AL RECONOCIMIENTO DE LAS ALFOMBRAS DE FLORES COMO PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA UNESCO.

El Corpus Christi es una Fiesta móvil del calendario religioso cristiano. La fecha de celebración varía cada año en el calendario: se celebra once días después del día de la Pascua Granada o Pentecostés (descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles). Pero a la vez Pentecostés se celebra siete semanas (50 días) después del Domingo de Pascua (la resurrección de Cristo) y éste procede siempre el domingo posterior a la primera luna llena de la primavera.
 
Sinceramente, resulta más fácil consultar en Google qué día será el jueves de Corpus, porque siempre está en jueves. Ya lo decía la canción de la Trinca “tres judías brillan más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”. Para 2024 será el 30 de mayo.
El Día de Corpus nació con el fin de proclamar e incrementar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. De ahí que en la procesión que se hacía por las calles, la Sagrada Forma, la Hostia Consagrada, se exhibía en una custodia bajo palio, con un carácter muy solemne, siguiendo un ritual litúrgico propio, con autoridades religiosas, civiles y militares, desde los tiempos del Papa Urbano IV que instauró la festividad en el año 1.264.

En aquellas fechas las calles hacían un olor bastante considerable, de ganado y desperdicios humanos, de modo que para mitigar los malos olores y fortores del ambiente se ponían ramajes y flores boscanas sobre todo olorosas para suavizarlas, se enramaban puertas y ventanas, se hacían alfombras de retama olorosa que ejercía una cierta profilaxis ambiental, por donde pasaría la procesión después. “¡Por ​​Corpus, fiesta y retama!” dice el refranero popular.

Éste es el origen de nuestra fiesta de las alfombras.
 
En Mollet se hicieron alfombras por las calles por las que pasaba la procesión religiosa hasta bien entrado el siglo XX hasta que desapareció la procesión y con ella las alfombras. Pero esta tradición de cubrir las calles con flores y todo tipo de materiales naturales haciendo dibujos ha ido evolucionando y adquiriendo una personalidad propia más allá de su carácter religioso, que todavía conservan algunos pueblos. Son famosas por ejemplo las alfombras de flores de Sitges o La Garriga o también las Enramades d'Arbúcies.

El Casal Cultural de Mollet recuperó la tradición de hacer alfombras de flores a partir del año 1.992, llenando la Rambla de alfombras y olor a retama, hechas por diferentes entidades del pueblo, dándole un espíritu integrador, abierto a todas las culturas, laico y sin procesión religiosa, ya que la derrota la hacía el Bestiario popular de la ciudad o bien las Colles del Ball de Gitanes.

Y también asociada a la tradición de las alfombras hemos recuperado la tradición del Ou como baila, un espectáculo estético formado por el conjunto floral y sobre todo cerezas que decoran un manantial, y un huevo haciendo filigranas sobre el chorro de agua que mana.

En 2024 celebraremos en Mollet que llevamos 30 años llenando la Rambla con el olor de las alfombras de flores y 10 años haciendo el Ou como baila.
La elaboración de las alfombras es un proceso complejo, que implica a muchas personas en un trabajo colectivo y en equipo. Tiene unas características que podrían acercarla a la artesanía, pero va más allá por ser un elemento festivo, que ya es considerado arte efímero.
Actualmente, es una práctica absolutamente viva, que ha ido evolucionando y adaptándose a la sociedad de cada momento. Se calcula que más del 60% de los pueblos de Cataluña hacen alfombras de flores por Corpus espontáneamente, juntándose a los vecinos de una calle por Corpus para hacerlas, lo que demuestra la vitalidad de esta tradición, que se ha ido laicizante.
Las entidades que lo han impulsado se han agrupado en la Federación Catalana de Catifaires.

Los alfombras tienen hoy más capacidad organizativa, participan en eventos y encuentros locales, nacionales e internacionales con otros alfombras, intercambiando técnicas, haciendo talleres divulgativos, buscando nuevos materiales naturales y conservando el espíritu solidario y generoso que les ha caracterizado siempre, haciendo alfombras de flores durante todo el año, para celebrar cualquier evento importante, no sólo por Corpus Christi. Hacemos alfombras en el Palau de la Generalitat por la Diada Nacional, hacemos alfombras por Navidad, hacemos alfombras por Sant Jordi, hacemos alfombras por La Marató de TV3, hacemos alfombras pidiendo la paz por Ucrania y por Palestina, hemos hecho alfombras caseras durante la pandemia, alfombras por la Sagrada Familia, alfombras para “Girona tiempo de flores”,...
Una parte importante de la relevancia que actualmente ha adquirido el arte efímero catalán de crear alfombras de flores, se debe a la labor que lleva a cabo la Federación Catalana de Entidades Catifaires, que desde hace 18 años ha puesto Cataluña en el mapa del mundo alfombra, y trabaja para consolidar un movimiento social, cultural y artístico creado como una red de interacción cultural mundial. Desde Cataluña en el mundo las alfombras de flores catalanas se proyectan por todas partes, a partir de las diversidades culturales, del patrimonio inmaterial y en especial de la Cultura Popular.

A la Federación Catalana se le reconoce un liderazgo público y sus obras son reconocidas internacionalmente porque alcanzan la excelencia, tanto por la gran capacidad de organización, gestión y movilización, como por las obras creadas por todas partes, desde el Vaticano hasta Japón, México, Washington, Bélgica (Gran Place), Italia, Malta, España, Singapur, India, Sicilia, Korea, Francia, etc.

La Federación Catalana preside la Coordinadora (CIDAE) de todos estos países. Y este hecho, a menudo desconocido y poco reconocido, creo que es de una importancia primordial para nuestro País. Cataluña preside la Coordinadora mundial CIDAE.

Desde la Federación Catalana de Alfombras hemos impulsado sin embargo una candidatura internacional con México, Malta, Bélgica e Italia, para que las alfombras de flores y otros elementos naturales se inscriban en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Una candidatura que se presentará en 2024 y será valorada en 2025.

El Comité Científico del Congreso Catifaire celebrado este pasado mes de agosto en Barcelona, ​​con la Federación Catalana de anfitriona, que reunió a 30 países de tres continentes, afirma en sus conclusiones: “El reconocimiento de la UNESCO de las alfombras como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad posibilita la creación de industrias culturales y favorece el reconocimiento de la autoría de las obras de arte efímero. Además, incentiva la promoción del turismo cultural asociado. Por tanto, el compromiso de las Entidades Catifaires, es clave para su futuro”.

Por todos estos motivos el Parlamento de Cataluña apoyó el pasado jueves 14 de diciembre con la casi unanimidad de todos los grupos políticos de la Cámara, en la Candidatura para la inscripción del arte efímero de crear alfombras de flores y otros elementos naturales como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Asimismo, el Parlamento de Cataluña pidió al Gobierno de la Generalitat que trabaje conjuntamente con la Federación Catalana de Catifaires para fomentar la divulgación, dinamización e internacionalización de este arte efímero, así como el reconocimiento de sus valores sociales, culturales y artísticos.
 
Josep Cot i Call

Secretario de la Federación Catalana de Catifaires.